Cuando dudar de ti misma es parte del camino: cómo seguir avanzando con miedo

Hola, hola!!!

A veces creemos que para avanzar en nuestro camino —sea emprender, tomar una decisión importante, iniciar algo nuevo o simplemente sostener lo que ya está— necesitamos sentirnos seguras, confiadas y listas.

Pero la verdad es que muchas veces no te sientes lista.Y aun así, avanzas. Con miedo, con dudas, con el corazón latiendo fuerte y la voz temblorosa.

Dudar de ti misma no es una señal de que estás haciendo algo mal, es una señal de que estás saliendo de tu zona conocida, de que algo en ti se está moviendo, creciendo, expandiendo.

El problema no es la duda. El problema es creer que, por dudar, ya no eres suficiente.

La duda aparece cuando algo importa:

Cuando estás haciendo algo que realmente te importa, es natural sentir miedo.Miedo a equivocarte, a ser vista y a no estar a la altura.Pero lo que muchas veces no vemos es que ese miedo también es parte del proceso.No hay evolución sin incomodidad. No hay autenticidad sin vulnerabilidad.

Quiero compartir un testimonio:

Una de mis pacientes me decía hace poco:"Fabi, siento que estoy fallando porque a veces no creo en mí. Siento que debería tener más confianza para ser emprendedora."Y mi respuesta fue:

“Tener dudas no te hace menos emprendedora. Te hace humana. Lo importante es lo que haces con esas dudas.”

Entonces… ¿cómo seguir avanzando con miedo?

1. Nombra lo que estás sintiendo

Dale espacio a tus emociones. Escríbelas y háblalas.A veces solo necesitamos reconocer lo que sentimos para empezar a transformarlo.Puedes usar frases como:

• Hoy siento miedo, y eso está bien.

• Dudo de mí, pero no me detengo.

• Me doy permiso de avanzar incluso con la voz temblando.

2. Vuelve a tu “para qué”:

Cuando aparece el miedo, es fácil desconectarte de tu propósito.Recuerda por qué comenzaste, qué es lo que quieres construir, a quién deseas servir.Ese ancla emocional te puede sostener cuando la mente se llena de dudas.

3. Celebra tus pasos, no solo tus logros:

A veces seguimos avanzando, pero como no vemos “grandes resultados”, creemos que no estamos logrando nada.Cada paso, cada conversación, cada intento… cuenta.Valida tu esfuerzo, reconoce tu valentía y celebra lo que sí estás haciendo.

4. Pide apoyo cuando lo necesites

No tienes que hacerlo sola, rodéate de personas que te recuerden quién eres cuando tú lo olvides.Busca contención, mentoría, espacios donde puedas expresarte sin juicio.A veces una sola conversación puede devolverte a tu centro.

5. Recuerda: la confianza se construye caminando

No necesitas sentirte segura para empezar, empezar es lo que va a construir tu seguridad.Confía en que estás aprendiendo, que estás creciendo, que estás haciendo lo mejor que puedes con lo que tienes.

No estás rota por tener miedo, estás en camino:

Y ese camino, aunque a veces se sienta confuso o pesado, también está lleno de posibilidades:

• De encuentros. 

• De versiones de ti que aún no conoces, pero que están esperando que des el siguiente paso.

Hoy, aunque dudes… sigue.Aunque no veas todo claro… da un paso.Aunque tu mente grite “¿quién eres tú para hacer esto?”... respóndele con amor:“Soy yo. Y estoy aprendiendo a creer en mí.”