Hola, Hola..!!! Hoy dedicaré este blog a la microbiota intestinal.
La microbiota intestinal (flora intestinal) está compuesta por una serie de microorganismos que viven dentro de tu intestino y se encargan de realizar varias funciones necesarias para el cuerpo. Las bacterias de la flora intestinal desempeñan tareas esenciales en nuestro organismo. En concreto, de tres tipos:
• Nutricional: favorece la síntesis de compuestos como las vitaminas, entre ellas la K y las del grupo B, facilita la absorción de calcio y hierro en el colon, y favorece el movimiento intestinal.
• Protectora: la microbiota impide la implantación de bacterias patógenas externas que puedan provocar infecciones.
• Inmunológica: este conjunto de bacterias activa y fortalece el sistema inmunológico, aumentando nuestras defensas frente a las infecciones bacterianas y víricas.
En resumen, la flora intestinal defiende al organismo frente a bacterias, virus o enfermedades, asegura el correcto funcionamiento de nuestro sistema digestivo y colabora en la producción de vitaminas y la correcta absorción de minerales.
Sin embargo, la integridad y funcionamiento de tu microbiota depende de ti, porque lo que tú comes, la alimenta a ella. A continuación, te daré la lista de lo que afecta tu microbiota intestinal:
-Una alimentación inadecuada: pobre en fibra y un exceso de carnes, grasas y azúcares pueden afectar muy negativamente a la flora, cómo ya te dije mucho tiene que ver con la alimentación.
-Malos hábitos de vida: el sedentarismo, el estrés, el alcohol y el tabaco. También el insomnio y las rutinas de sueño irregulares resultan perjudiciales, al igual que lo es la exposición a la contaminación.
-El envejecimiento: otro factor de riesgo, fundamentalmente, a partir de los sesenta años desciende el número de bacterias beneficiosas. Esta es una de las razones del aumento de enfermedades, infecciones y síntomas digestivos como el estreñimiento, en este grupo de la población.
-Infecciones víricas o bacterianas y otras enfermedades digestivas: la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, entre otras, son susceptibles de alterar la flora intestinal.
Tratamientos postoperatorios, como por ejemplo radioterapia o cirugía.
Algunos medicamentos: el consumo de antibióticos puede provocar igualmente desequilibrios en la flora intestinal. Estos medicamentos son muy necesarios en casos de infección, ya que se ocupan de eliminar las bacterias que la causan, pero su uso cambia el equilibrio normal de la flora al dañar las bacterias beneficiosas propias y fomenta que se alojen otros microorganismos responsables de las diarreas asociadas a antibióticos.
Viajes a otros lugares del mundo: los cambios largos provocan con frecuencia, alteraciones en la microbiota y si además, se viaja a lugares donde las condiciones higiénicas son malas o a zonas de climas tropicales, el riesgo de contraer la famosa diarrea del viajero es alta. Esta posibilidad aumenta, sobre todo si se consumen alimentos crudos o poco cocinados, se bebe agua no embotellada, o no nos lavamos las manos antes de comer, entre otras cosas.
También debemos tener claro que el intestino es nuestro segundo cerebro, y la manera más fácil de detectar esto es: ¿alguna vez sentiste cómo que tenías un nudo o mariposas en el estómago? Esto demuestra una estrecha relación entre las emociones y el sistema digestivo.
Sabemos que hay 200 millones de neuronas en el intestino y que este sistema nervioso entérico (una subdivisión del sistema nervioso autónomo que se encarga de controlar directamente el aparato digestivo y advierte sobre el hambre y la saciedad; evita que entren sustancias invasoras y dañinas al cuerpo. Se encuentra en las envolturas del tejido que revisten el esófago, el estómago, el intestino delgado y el colon)éste se comunica de manera muy estrecha con el sistema nervioso central y la microbiota intestinal, participa en la comunicación entre el intestino y el cerebro, por lo tanto influirá sobre las funciones cerebrales.
De no cuidar nuestro intestino, se podría en un futuro padecer enfermedades psiquiátricas y neurológicas. Por lo tanto, debemos mantener un equilibrio y manejar los niveles de estrés y ansiedad con el cuidado adecuado de nuestra microbiota intestinal.
Este es un tema bastante largo y de mucha investigación, pero si tomamos consciencia de las funciones de nuestro colon, y de por qué al mantener un funcionamiento adecuado del mismo, podemos evitar un sinfín de enfermedades.
Yo, como siempre, daré recomendaciones para que tomen consciencia y se decidan por su salud, lo primero son los cambios alimenticios como parte de nuestro estilo de vida.
Debemos ingerir una mayor cantidad de verduras y vegetales crudos, esos verdes oscuros, que nos aportan fibra.
Eliminar las carnes rojas, sustituirlas por carnes blancas de bajo contenido en grasa, comerlas preferiblemente al grill, o al horno.
Evitar lo frito. (De tener inflamación intestinal, comer los vegetales al vapor)
Frutas de bajo índice glucémico, como la manzana verde con la concha, fresas, frambuesas, arándanos. Son excelentes antioxidantes.
Eliminar el gluten, mi experiencia con pacientes que tiene problemas de colon irritable, inflamación, estreñimiento, etc., a pesar de que no son celíacos, al eliminar el gluten de sus vidas los cambios son totalmente favorables. No tengan miedo, se puede comer muy rico sin gluten.
Tomar jugos verdes sin colar, de la licuadora al vaso.
Hacer ejercicios cardiovasculares, nos ayudan a darle movimiento a nuestro intestino.
Tener un peso saludable.
Tomar mucha agua.
Les recomiendo mi libro: "DECÍDETE POR TU SALUD", será una guía extraordinaria para todos.
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